¿Cómo elaborar las situaciones de crisis?

El dolor es inherente a la experiencia humana. El crecimiento en muchas ocasiones va acompañado de dolor. El dolor es incluso en ocasiones algo funcional, por ejemplo, cuando enfrentamos una pérdida, durante el proceso de duelo, el dolor es parte de la elaboración de la ausencia y se considera patológica la ausencia del mismo.

Por el contrario, el sufrimiento habla de una forma rígida de dolor. Una forma fija, que no ayuda a evolucionar sino que nos agrede sin sentido de crecimiento.

Lo saludable al vivir experiencias difíciles como la que todos enfrentamos el pasado 19 de septiembre es ayudarle a nuestros niños a elaborar su dolor evitando que este se convierta en una forma rígida y se transforme en sufrimiento. Al respecto podemos pedirles que platiquen, dibujen, escriban sobre sus emociones alrededor de la experiencia, cuidando no ahondar de manera insistente o incisiva en el tema. Lo mismo aplica a la exposición de los niños a los medios de comunicación en donde se esté hablando reiteradamente de la situación de conflicto. Entendamos que la atención exagerada puede fijar las emociones en estas formas rígidas de sufrimiento.

El objetivo es ayudarle a los pequeños (y por que no, a nosotros como adultos) a "digerir" lo vivido. Durante el proceso de digestión, el organismo absorbe los nutrientes separándolos de los desechos. Los nutrientes son asimilados y utilizados para el buen funcionamiento del organismo, crecimiento, reemplazo de células muertas, etc. Lo restante es expelido del organismo.

Las experiencias emocionales deben recibir el mismo tratamiento. TODAS las experiencias que vivimos tienen una función de crecimiento. Esto no quiere decir que no nos duelan.

Primeramente aceptemos lo vivido. Así es, así fue, nos guste o no, lo vivido, vivido está. Lo mejor que puedes hacer es aceptarlo.

En segundo lugar es importante redefinir la experiencia en un tono constructivo. A este respecto, te puedo compartir que para mi, esta sacudida me ayudó a recordar que la vida se acaba en cualquier momento y que es mi responsabilidad sacarle el máximo hoy, el día de mañana tal vez no llegue. Este es un recordatorio para vivir al máximo y no estar perdiendo el tiempo en nimiedades y sin sentidos, en miedos y bloqueos. Los días pasados han sido muy valiosos para mi desde ese punto de vista, han sido muy productivos y me hacen sentir muy satisfecho.

Te invito a redefinir tu experiencia y fluir con ella.