A lo largo de mis años como psicoterapeuta he observado a muchas personas hacer un esfuerzo sobrehumano por sostener una situación (entiéndase por situación una dinámica familiar, de pareja laboral, etc.), poco favorable o desagradable.
Normalmente invierten un alto monto de energía en sobrellevar incomodidades, agresiones (activas o pasivas), malestares y sufrimientos varios, en una queja perpetua pero carente de acciones de cambio o adaptación. A esta actitud yo la denomino Síndrome de Atlas.
Como...