Reflexiones de la vida cotidiana...

Te comparto esta reflexión para tu crecimiento personal:

Dos madres platican,

-Mi hijo es un médico magnífico- afirma la primera. ¡Es absolutamente necesario que vayas a verlo!

-Pero es que yo no tengo nada- responde la otra. ¿Por qué he de ir?

-Es un médico tan bueno que...- explica orgullosa la primera- aunque no tengas nada te encontrará algo.

A veces tratamos de ayudar, pero al hacerlo quizá hagamos daño obligando al otro a recibir algo que no nos pidió. El trabajo de curación exige una delicadeza extrema. No es una ocupación que nos permita exaltar el YO personal del que era, ni huir su celebridad y renombre. Cuando se quiere sanar a alguien,, hay que hacerlo con todo respeto, intervenir discretamente y jamás obligarlos recibir nuestro servicio. En cuanto intentamos probar que somos una maravilla como curanderos, causamos un enorme perjuicio. ¡Desconfiemos de las personas que hacen profesionales de curar con el objeto de autoafirmarse!

Gurdjieff decía: "Son tan perezosos para ayudarse a sí mismos que prefieren ayudar a los otros". Desean valer, ser poderosos, reconocidos y practican con los demás.

Perdemos años de nuestra vida depositando la confianza en personalidades fuertes que se hacen pasar por infalibles. Piensan que lo que creen es la realidad. A veces, así siempre demasiado tarde, se dan cuenta de que se equivocan.

Un médico es llamado junto al lecho de un enfermo. Después de haberlo examinado en privado pasa a la habitación de al lado y dice a su esposa:

-No se inquiete, señora, su marido no tiene nada. Simplemente cree que está enfermo.

Aplíquese este paradigma a todas las disciplinas humanas. Ser humano es servir.

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
LEVY INTEGRA © 2012 | Designed by LogosDatabase.com, in collaboration with Credit Card Machines, Corporate Headquarters and Motivational Quotes