Pensamientos de cuarentena... El momento presente

En esta ocasión me gustaría hablarte del como estar en el momento presente y sus beneficios.

Hoy en día se ha hecho toda una disciplina alrededor de estar en el presente, nada nuevo, es lo que todos los yoguis, practicantes del budismo y de hecho de cualquier tipo de meditación buscan.

Joe Dispenza (neuorcientífico y divulgador) le llama "el generoso momento presente". ¿A qué se refiere? Si los ves en realidad, en este momento, en este instante, en este preciso segundo, TODO ESTÁ BIEN. Si estás leyendo estas líneas, te pudiste dar un espacio entre todas las actividades del día para poder leer, tomando un café y reflexionar sobre lo que hay nuevo en este blog. Esto implica muchas cosas. Una de las más importantes, si tienes este espacio, todo está controlado en este mismo instante.

Cuando nuestra mente divaga, normalmente se dispara hacia el futuro, una construcción de lo que percibimos como posible, sin embargo, nuestra mente trata de construir esa visión de futuro a partir de lo que conoce (no podría ser de otra forma) y para eso se basa en sus experiencias pasadas. Entonces, construye una visión de un futuro que aún no ocurre, basándose en el pasado que si conoce. Normalmente el resultado es altamente angustiante.

Nuestra mente perfila un futuro donde fallamos, donde perdemos todo, donde nos quedamos sin dinero, perdemos la salud, perdemos la casa y hasta la camisa y entramos en pánico, dejamos de dormir, andamos malhumorados, siempre temerosos. Pero ese futuro no ha ocurrido y probablemente nunca ocurra. Evidentemente no lo deseamos, y aquí viene el truco, ¿cómo generar un futuro distinto si lo estamos creando desde nuestro pasado conocido?

Más allá de este efecto de nuestra mente, está nuestro organismo. Nuestro cuerpo funciona emocionalmente a través de una serie de secreciones hormonales y químicas que son segregadas por nuestro cerebro y viajan a través de nuestro torrente sanguíneo. Si sentimos miedo, es resultante de una serie de químicos que viajan por nuestra sangre a todas nuestras células. Lo mismo ocurre con el amor, el enojo, la alegría. Nuestro organismo tiene una enorme capacidad de adaptación celular. Esto quiere decir que si una persona "bombardea" sus células  durante un tiempo considerable con... digamos, adrenalina, cuando sus células se reproducen, están más adaptadas para recibir este neurotransmisor provocando una dependencia del sistema a este químico. Lo mismo ocurrirá con cualquier emoción consistente. Hay gente adicta al enojo, al dolor, al miedo, etc.

Si una persona tiene una adicción fisiológica al enojo, va a generar situaciones de conflicto donde no las hay para poder tener su dosis. Ahora pensemos en un organismo agobiado por el estrés. Lo único que requiere es crear pensamientos de temor para tener su dosis.

Si realmente queremos vivir en paz, tenemos que conectar con nuestro generoso momento presente, en el presente puedo tomar decisiones que alterarán el futuro, no puedo alterar el futuro desde mi pasado dado que es lo conocido.

Vivir en el presente implica ir más allá de la adicción del organismo, dado que la mente trata de predecir el futuro (generando fantasías catastróficas) para sentirse más cómoda y segura y cuando no se lo permitimos (reteniéndola en el momento presente) va a surgir un alto grado de incomodidad, adicionado al síndrome de abstinencia dado que ahora el sistema es adicto al neuroquímico del estrés.

¿Qué hacer? Observa tu mente, no permitas que divague libremente, observa tus pensamientos, no dejes que ellos te controlen. TU eres quien decide como sentirse, por ende debes de decidir QUE PENSAR. Cuida tus pensamientos, deja de quejarte, observa el generoso momento presente, en este momento hay alimento, hay dinero, hay bienestar. Medita, haz meditación, en la publicación previa a esta te compartí una técnica de meditación sencilla y práctica. Entiende que no eres tu mente y que ella debe de servirte para conseguir tus objetivos, no doblegarte y hacerte víctima de tus circunstancias. Si vives en el presente, entonces activas toda la creatividad de tu cerebro para generar lo que deseas, la misma creatividad que usas para generar escenarios terribles.

Vive en el generoso momento presente el mayor tiempo que puedas. Estarás en paz y podrás entonces (y solo entonces) construir el futuro que deseas.